El cocodrilo tiene dolor de muelas. Con el juego de amasado, los niños pueden jugar ellos mismos con el dentista y sacarle los dientes al paciente, taladrar, colocar aparatos ortopédicos o reparar sus propios agujeros en los dientes. Con la masa se pueden crear los dientes de cocodrilo que se introducen en la boca, y con los accesorios grandes las visitas al dentista pueden ser súper reflexivas. Además, se garantiza un gran placer con el barro y los niños pueden quitarse el miedo al dentista de forma lúdica.
Recomensable para niños a partir de 3 años.