Muchos de estos cuentos son tan conocidos que nos han dado frases que usamos todos los días, como 'perro en el pesebre' o 'uvas agrias', pero incluso los más raros parecen familiares, porque su moraleja simple se basa en verdades universales. Desde la tortuga y la liebre o el niño que gritaba lobo hasta la perdiz traicionera o los peces grandes y pequeños, las criaturas sabias y necias de Esopo son un deleite imperecedero.