Su estilo, de natural fresco a la vez que profundo, avanza hacia una complicidad mayor todavía al revelarnos distintas facetas de su propia vida y mostrarnos cómo se manejó en cada ocasión para lograr la conexión con el alma. Estamos ante una Suzanne Powell en estado puro, más autobiográfica que nunca, que nos inspira con su ejemplo para que podamos realizar nuestra propia conexión. Episodios potentes y sorprendentes, otros directamente mágicos y otros más decididamente tiernos, nos ofrecen una amplia variedad de recursos para la conexión.