Una reflexión destilada a lo largo de sus muchos años de consulta, en contacto directo con los niños y con sus padres. El resultado es una interpretación impredecible del destete y de la posterior alimentación durante los primeros años de vida, una interpretación para muchos molesta, pero más sencilla y al mismo tiempo más compleja que la actualmente en boga. Más sencilla porque no deja títere con cabeza en relación a muchas recetas, esquemas, engaños y filosofías de moda. Y más compleja porque acentúa factores como la profunda asociación entre el comportamiento alimentario del niño y su relación afectiva con los padres, quienes se ven así obligados a retomar sus responsabilidades educativ