Todos estamos expuestos a un alto grado de estrés. Muchas personas se sienten mortificadas por la ansiedad. La buena noticia es que no tenemos por qué estarlo. Puede vivirse una vida sin tanta ansiedad, desasosiego y estrés. Podemos entrenar a la mente para sentir plena satisfacción, paz y alegría, incluso en medio de circunstancias difíciles.