Crecer con unos padres emocionalmente inmaduros puede hacer que te sientas solo, confundido y abandonado. Es posible que luego, en la edad adulta, te resulte dificil poner limites, expresar tus sentimientos o establecer relaciones sanas, y que tu padre o tu madre, ya mayores, sigan quitando importancia a tu experiencia interior o burlandose de tus emociones socavando tu sentido de autonomia.