La palabra Mandala procede del sanscrito y su significado es simplemente «circulo». En el budismo tantrico tibetano el mandala representa a la totalidad y se le considera como un modelo de la organizacion estructurada de la vida, un diagrama cosmico que nos recuerda nuestra relacion con el infinito, con el mundo que se extiende mas alla de nuestros cuerpos y de nuestras mentes, con la realidad material y con la inmaterial, con la totalidad de la vida, con la Divinidad. Encontramos mandalas en todas las tradiciones religiosas de la humanidad, asi como en todos los aspectos de la vida, desde los atomos, las celulas, los tenues copos de nieve y las estructuras florales, a los planetas, las estrellas y las galaxias. Occidente ha descubierto que dibujar y colorear mandalas nos ayuda a curar la fragmentacion psiquica y espiritual, a manifestar la creatividad y a reconectarnos con nuestro centro, con nuestro Ser esencial.