La arginina es un aminoácido básico clasificado como aminoácido condicionalmente esencial. Una de las principales funciones de la arginina es su participación en la síntesis de proteínas. También la arginina está involucrada en varios otros roles dentro del organismo tales como la desintoxicación del amoniaco formado durante el catabolismo del nitrógeno de los aminoácidos mediante la formación de urea. Su potencial para ser convertido en glucosa (de aquí su clasificación como aminoácido glucogénico) y su habilidad para ser catabolizado para producir energía. La arginina es utilizada por un número de procesos metabólicos que producen una variedad de componentes biológicamente activos como el óxido nítrico, creatina, agmatina, glutamato, poliaminas, ornitina y citrulina. La L-arginina es convertida en el cuerpo en una sustancia química llamada óxido nítrico. El óxido nítrico hace que los vasos sanguíneos se dilaten y así mejora el flujo sanguíneo. Las propiedades vasodilatadoras de la Arginina pueden facilitar un aumento de la entrega de O2, que ayuda a satisfacer las demandas crecientes provocadas por la actividad física. Hay una pequeña evidencia científica disponible para hechos tales como el aumento en la capacidad funcional en atletas saludables. Entre aquellos con enfermedad cardiovascular (falla congestiva cardiaca, infarto curado del miocardio, hipertensión pulmonar) pareciera ser que la ingestión de arginina basta para mejorar el rendimiento físico.